2008/02/15

Caballos de Troya

Comienzan a mostrarse de nuevo los Caballos de Troya, en época de trapos rojos...
Ante la realidad de tener en la Patria un fulano "Frente Bolivariano de Liberación Nacional" que campea por sus fueros con el beneplácito del régimen, es de preguntarnos quien es su actual oponente? el mismísimo régimen? o la certeza de que, repitiendo idioteces del pasado, tendrán que coger pa'l monte cuando el SOBERANO les pida cuentas y eso les obliga a estar preparándose en la paz para cuando se les haga la guerra?
Parece que la segunda opción es la más probable y obliga a preparar el terreno para cuando, no pudiendo tapar más el sol, se presenten ante el mundo como la nueva guerrilla venezolana, ávida como siempre de los dineros de la izquierda internacional. Nótese que hasta el encargado de la cruz roja en el show de los rehenes establece una diferencia entre los casos de rehenes en Colombia, por una parte los plagiados civiles y por otra los funcionarios públicos tomados como prisioneros de guerra; el contrasentido es que si son beligerantes los de ambos bandos, pierden los guerrilleros el derecho al canje y entonces lo humanitario se queda de un solo lado. No hay contraparte, es ilógico el "CANJE". Kafka diría que con este deseo expresado por el régimen se quiere dejar a su gente sin la posibilidad de justicia cuando caiga el telón, para de esa forma amedrentarlos a que sigan sosteniendo el balanceante y descabellado rumbo que están tomando las cosas. Pero, en todo caso, es época de trapos rojos y lo único realmente cierto es el megacrecimiento de las narices de los voceros del régimen y la aparición de los "nuevos salvadores de la Patria" que no son más que los mismos personajes que han estado coqueteando en la política por tantos años, que son responsables de incontables muertes, de asaltos a trenes, asaltos a bancos, robo de aviones, secuestro de aeronaves, plagios, y demás desmadres, reos de crímenes de Lesa humanidad, quienes ahora se presentan con piel de corderos ante la nueva audiencia con la esperanza de que la escasa memoria nuestra se haya olvidado de sus fechorías.

Día del amor y la amistad

San Valentin
Otra vez llegamos y pasamos del 14 de febrero…
Otra vez el mercantilismo nos ganó la partida y como conejos arriados empezamos a enviar cuanto poema recordamos, cuanta lágrima escondida encontramos, como si nuestro amor o nuestro cariño, o nuestro buen deseo, por esos seres tan entrañablemente sentidos fuese cosa de un momento nada más; tal como los padres que abandonan a sus hijos o los que sienten que no son suficientemente buenos padres, queremos bañar de un solo intento la figura de esos seres, pretendiendo que lo que no hacemos en el día a día, se materialice al compás de los boleros y demás sones de moda. Parece que las flores ese día no alcanzan para todas y todos los amantes enamorados. Por eso escribo estas líneas hoy, 15 de febrero, hoy que es el primer día de este nuevo año en que, Dios mediante, no te faltaran mis palabras, en el que, tras tu cuello, estaré resoplando mi aliento para hacerte sentir el fuego de la pasión, amor, cariño, solidaridad, compañía y apoyo que este pasado año me brindaste, tal como también lo hiciste desde el primer momento en que, piano piano, nos enredamos en nuestras vidas. Tengo que decirte que extraño cada minuto que he pasado junto a ti… aún estando juntos, extraño y extrañé esos momentos que llegaron, fueron y se alejaron, constituyendo futuro, presente y pasado. No todos fueron gozosos, algunos hubo que recordamos con el retintín de la impaciencia por la discordancia de nuestras acciones, aún así hoy los rememoro con especial cariño pues fueron parte de nosotros y eso es lo importante, el “nosotros”. Muchos de esos momentos son irrepetibles, aguas de río que formaron los remansos y estabilizaron nuestras vidas. Aguas de río, a veces embravecidas, dándole el movimiento, el compás y el ritmo que nos da la sensación de felicidad. Caminantes como somos de esta vida, sabemos que es el camino el que nos llena, el transitar por ese camino, respirar el aire que allí está, sentir el arrullo del frío y el escozor del calor, disfrutar en conjunto, en agradabilísima compañía, los avatares que esa marcha nos presente. Así pues que no te sientas herida porque ayer 14 no recibiste nada especial de mi parte. Se, tan bien como tu, que ayer 14 nuestros pensamientos volaron en pos del otro, se que me recordaste tanto como yo me recordé de ti. Mi día estuvo lleno de ti. Y los días que empiezan ahora, los del resto del año, estarán dedicados a recordarte, a vivirte, a soñarte… todos y cada uno… ese es mi San Valentín.