2011/07/16

Anónimo

Rebuscando en los archivos de pronto se encuentran perlitas que, en su momento, publicamos en los diarios locales. Hoy, cuando el derecho a la expresión libre lo niegan quienes antes fuesen los que se decían abanderados de ese “movimiento pro decir lo que hace mal el régimen de turno”, creo que vale la pena colocarlo en el blog aunque sea como ayuda memoria.

“La palabra anónimo nos indica que lo escrito es de origen desconocido y hoy, un día después de la celebración, o conmemoración, del Día de la Mujer, bien vale la pena detenernos a pensar en las connotaciones de esta palabra. En primer lugar es una palabra a todas luces machista pues indica que quien no se identificó es un hombre. Es machista pues indica que solo un hombre es capaz de hacer algo y no ponerle su nombre, es decir que solo los hombres somos suficientemente altruistas como para ceder nuestro derecho a la aparición publica como letrados o como sabios. En ultima instancia podríamos decir que somos capaces de pasar por debajo de la mesa sin que eso haga mella en nuestra personalidad. Gústenos o no, pareciera que el nombre es masculino; sin embargo, en la vida practica son las féminas las que pasan sus ratos amargos anónimamente, son ellas el blanco de los errores de los que se creen pensantes y queriendo dañar al mundo que no ha sido complaciente y ruin para aceptar sus bribonadas, hacen que ellas, las féminas, sean las pagadoras de los platos rotos que su falta de cerebro deja regados por donde sea que pasen. Un ejemplo de este anonimato descarnado es el limbo donde seguramente están las madres, esposas, hermanas, hijas y demás familiares o “quereres” cercanos a los muertos con que la Guardia Nacional pagó la triste experiencia de guerrillas con que “pundonorosamente” nuestra izquierda trato de complacer a sus “dirigentes” internacionales en la década del 60. Nadie, absolutamente nadie, llámese como se llame, Ministerio de la Indefensa, Guardia Nacional, Madres de Mayo, Derechos Humanos, Amnistía Sensacional, Poder Inmoral, o cualquiera de estas paparruchadas que hemos creado para hacernos la vista gorda, nadie ha mencionado para nada a estas féminas que tienen años clamando justicia pues los asesinos de sus seres queridos están a la vista de todos y se jactan de lo que a ellas les infligieron. Iterando, de ellas nadie se acordó ayer. Es que son anónimas como anónima es, siempre, la voz del pueblo. Solo los que se lucran con el dolor ajeno, raza bastarda que se repite y se repite, degenerándose cada vez más, los que hoy tienen nombre. Nadie recuerda a los muertos del porteñazo, ni del carupanázo, ni del 23 de enero, ni del túnel del encanto, ni del 4 de febrero, ni del 27 de febrero, ni del 11 de abril, ni de noviembre, ni de diciembre, etc.,... parece que faltaran meses y sitios para colocar muertos anónimos... los muertos del “proceso”. Y claro, si no nos acordamos de ellos, mucho menos de ellas.

¿Quien en esta patria tiene el derecho de estar por sobre esos muertos? ¿Quien en esta patria esta ausente de responsabilidad por esos muertos? De seguro que “ninguno” de los que aparecen en la pantalla chica predicando milagros.

Y donde estarán esa mujeres que lloraron a esos muertos?”

Publicado el 12/03/04 en el Diario local

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