2012/08/03

El nuevo pariente de Bolívar

RICARDO GIL OTAIZA| EL UNIVERSAL

viernes 3 de agosto de 2012 02:24 PM

Para colmo de males (en todo caso para los oficialistas) una de las grandes noticias de los últimos días y que le diera la vuelta al mundo, reza lo siguiente: "Capriles lleva sangre de Simón Bolívar" (El Universal, 22-07-2012). No lo dice un político, ni un furibundo seguidor del candidato opositor, lo afirma con contundencia Antonio Herrera-Vaillant, quien es el presidente del Instituto Venezolano de Genealogía. Según este estudioso de las partidas de nacimiento y de las partidas de defunción, la línea genealógica comienza desde Juan Agustín Bolívar, hijo ilegítimo del padre biológico de Simón Bolívar, don Juan Vicente Bolívar y Ponte (quien dicho sea de paso, no goza de buena reputación historiográfica y su memoria es recordada con enojo por hechos suficientemente verificados por los investigadores, y que la tradición ha pasado de generación en generación hasta llegar a nosotros convertidos en parte de la leyenda negra).
Henrique Capriles Radonski vendría a estar emparentado con El Libertador por el lado paterno, siendo el eslabón noveno en un árbol genealógico que se remonta a 1772, cuando el citado hermanastro de Bolívar contrae nupcias con Ana María Chacín Mijares y ambos echan a andar la cadena "sucesoral" durante varias generaciones hasta llegar a Henrique Capriles García, padre del citado candidato.
Sin duda todo un hallazgo histórico, que me imagino azuzará una serie de indagaciones adicionales aquí y allá por parte de los estudiosos de nuestra historia, para que no queden dudas al respecto (recordemos que la historiografía es una ciencia y, como tal, todo lo que cuenta deberá ser perfectamente verificable por la vía del método científico). Si bien tal "suceso" no le impondrá al joven candidato una postura de "prócer civil", por ser como es (y que dicho sea de paso, porque no le corresponde por la extrema distancia en el tiempo), ni le dará un rumbo distinto a su impecable campaña electoral, sí echa por tierra las pretendidas ínfulas del candidato presidente de arrogarse para sí la imagen (y la memoria) del gran Libertador de América, así como las de inflarse por ser supuesto tataranieto de Maisanta.
Si a ver vamos saquémosle punta a la noticia tener un grado de filiación con Simón Bolívar, connotado personaje de la gesta emancipadora del continente, y todo un icono planetario, "mata" o echa por tierra la de ser descendiente de Maisanta, oscuro personaje (guerrillero) al que supuestamente se le atribuyen robo, pillaje, deserciones, asaltos de caminos y crímenes a lo largo de su abrupta existencia, y termina con sus huesos y con su vida en el castillo Libertador de Puerto Cabello por órdenes expresas del general Juan Vicente Gómez.
Por ironías de la vida el "último hombre a caballo" cae vencido en un oscuro calabozo como consecuencia de su presunto "mal vivir", mientras que el grande hombre de América muere en una cama prestada desengañado de sus paisanos y traicionado por quienes luchó con ardor, hasta el extremo de ofrendar su fortuna familiar y su propia salud.
No se imaginó Bolívar que su nombre y su obra desatarían tantas pasiones a lo largo de nuestra historia, y que aparecerían personajes que se arrogarían su extraordinaria herencia republicana para tergiversarla y ponerla al servicio de sus oscuros intereses políticos. Baste recordar a un puñado de ellos: José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez, y Hugo Chávez Frías, entre otros.
En definitiva, tanto Capriles como Chávez son hijos de memorias contrapuestas, que generan en el colectivo "orgullos" y nociones distintas de la realidad... ¡La maldición de la sangre! Tenía que ser así.
rigilo99@hotmail.com
@GilOtaiza

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