2012/02/10

La muerte anunciada

Desde la promulgación de la Ley de Costos y Precios Justos el 18 de julio de 2011, VenEconomía, otros analistas y gremios empresariales vienen advirtiendo que esta legislación socialista, le pondría otra camisa de fuerza al sector productivo privado del país.
Esta convicción se fue haciendo más clara en noviembre de 2011, cuando entró en vigencia la Ley y el Gobierno de una sola vez anunció la congelación de precios de 19 productos de aseo e higiene personal, compotas, jugos y agua mineral, a la vez que ordenó a las empresas que se inscribieran en la recién creada Superintendencia de Costos y Precios Justos (Sundecop), obligando a informarle sobre toda la estructura de costos y fijación de precios de estos bienes. Un proceso nada claro y en extremo engorroso, como lo ilustró el presidente de Alimentos Polar en esa oportunidad, al explicar que para registrar dos rubros (jabón y detergente Las Llaves) requirieron 5.568 horas hombre.
La mala intención de la Ley, unida a la improvisación y falta de preparación de los funcionarios, se ve retratada en el incumplimiento a los tres plazos (15 de diciembre, 15 de enero, y 1º de febrero) que se ha dado la Sundecop para fijar los precios “justos” para estas 19 categorías. Éste es un inaceptable incumplimiento por parte de las autoridades, que han dejado en el limbo legal la comercialización de esos productos, generando incertidumbre en los productores, distribuidores y comerciantes de estos rubros.
Ahora, este jueves 9 de febrero, tal como se temía, demostrando la ignorancia del funcionamiento de un sistema productivo, la falta de análisis de la estructura de costos y precios de una empresa competitiva, y corroborando que la política de control tiene carácter electorero, el mandatario-candidato indicó que el precio de un desodorante de bolita, de la marca Mum, que produce Procter and Gamble bajaría 24%, desde Bs.17,80 hasta Bs.13,50, y un envase de cinco litros de agua mineral (Minalba), distribuida por Empresas Polar, reduciría su precio 45%, desde Bs.23,00, hasta Bs.12,45.
Además de advertir que no admitirá que se incluya en la estructura de costos de producción ni el IVA ni los aportes al SSO, a la Política Habitacional y otras cargas fiscales y parafiscales con las que se cerca a las empresas.
Lo peor, a sabiendas que la cadena de producción de las empresas es insostenible con esta Ley, el presidente-candidato amenaza otra vez con nacionalizarlas si no garantizan el suministro de los productos.
De nuevo, pierde el país con más escasez, inflación, desempleo, desinversión e incremento de importaciones que destruye la economía nacional.
Disponible en inglés en: www.veneconomy.com

El miedo

La respuesta al miedo no es hacer como el avestruz y esconder la cabeza bajo tierra.

La solución está en cada uno de nosotros y consiste en decir ¡basta, no me la calo más!

"El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo". Hobbes

  " De todas las emociones que amargan al corazón humano - y son muchas -, la gran familia de la angustia, la timidez, la inquietud, el terror, la vulnerabilidad, es la que más me ha preocupado, y la experiencia me dice que no es una rareza mía." Estas palabras contenidas en el libro de José Antonio Marina : " Anatomía del miedo un tratado sobre la valentía" debería ser leído por todos aquellos que hoy sienten miedo de que continúe el desmembramiento de nuestro país.

Si hay miedo en los funcionarios públicos de perder su trabajo si manifiestan políticamente sus discrepancias con el régimen. Si hay miedo en los padres cuando sus hijos adolescentes salen por las noches y no saben si regresaran sanos y salvos. Si hay miedo al futuro y a las amenazas continuas de que se destapará aún más la olla de la violencia. Si hay miedo de no contar con una vivienda digna si no se obedece ciegamente al poder actual. Si hay miedo de enfermarse porque no se sabe cómo y dónde curarse. Si hay miedo de quedarse sin empleo cuando el gobierno se antoja de expropiar bienes y servicios.

Pero la respuesta al miedo no es hacer como el avestruz y esconder la cabeza bajo tierra. La solución está en cada uno de nosotros y consiste en decir ¡basta, no me la calo más! Y un camino para lograr que empiece el cambio es manifestar cívicamente su desacuerdo con lo que hoy ocurre en el país y salir a votar el domingo por la esperanza de una mejor nación.

El miedo no resuelva nada, por el contrario hace que lo que nos causa miedo perdure. Sólo son valientes quienes sienten miedo y a pesar de ello no se dejan vencer por él, porque el amor a la vida, a la paz y a la concordia son mucho más poderosos que el temor que pretenden imponer aquellos que no tienen razón.

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