2013/07/21

8101.- El Tío Poroto.-

El Tío Poroto

*PARA MIS AMIGOS RETIRADOS, JUBILADOS O SIMPLEMENTE EN POSICIÓN DE
DESCANSO, LÉANLE CON DETENCIÓN, MEDITEN Y APLIQUEN SI LO ESTIMAN
PERTINENTE.*


Mi *tío Poroto* se encontraba bien de salud, hasta que su mujer,
mi tía ****Porota****, a instancias de su hija,  mi prima *Tota*,
le dijo:

-*Poroto*, vas a cumplir *70* años, es hora de que te hagas una revisión médica-

-¿Y para qué?, si me siento muy bien-

-Porque la prevención debe hacerse ahora, cuando todavía te sientes joven-, contestó mi tía.

Por eso mi *tío Poroto *fue a consultar al médico.

El médico, con buen criterio, le mandó a hacer exámenes y análisis de todo lo que pudiera hacerse y que el seguro social pagase.
 
A los quince días el doctor le dijo que estaba bastante bien, pero que había algunos valores en los estudios que había que mejorar.
Entonces le recetó:

****Atorvastatina*** Grageas* para el colesterol,

****Losartán**** para el corazón y la hipertensión,

****Metformina*** *para prevenir la diabetes,

****Polivitamínico*, para aumentar las defensas.

****Norvastatina**** para la presión,

****Desloratadina**** para la alergia.


Como los medicamentos eran muchos  y había que proteger el estómago,le indicó ****Omeprazol*** y**Diurético para los edemas*
 
Mi tío *Poroto* fue a la farmacia y gastó una parte importante de su jubilación por varias cajitas primorosas de colores variados.

Al tiempo, como no lograba recordar si las pastillas verdes para la alergia, las debía tomar antes o después de las cápsulas para el estómago, y si las amarillas para el corazón, iban durante o al terminar las comidas, volvió al médico.

Este, luego de hacerle un pequeño fixture con las ingestas, lo notó un poco tenso y algo contracturado, por lo que le agregó ***Alprazolal*** y ****Sucedal*** para dormir.*

Esa tarde, cuando entró a la farmacia con las recetas, el farmacéutico y sus empleados hicieron una doble fila  para que él pasara por el medio, mientras ellos lo aplaudían.

Mi tío, en lugar de estar mejor, estaba cada día peor.

Tenía todos los remedios en el aparador de la cocina  y casi no salía de su casa, porque no pasaba momento del día  en que no tuviera que tomar una pastilla.

A la semana, el laboratorio fabricante de varios de los medicamentos que él usaba lo nombró  *"cliente protector" * le regaló un Termómetro, un frasco estéril para análisis de orina y un boligrafo con el logo de la farmacia.

Tan mala suerte tuvo mi *tío Poroto* que a los pocos días se resfrió
y mi tía ****Porota**** lo hizo acostar como siempre, pero esta vez,
además del té con miel, llamó al médico.

Este le dijo que no era nada, pero le recetó ****Tapsín*** día y noche y Sanigrip con efedrina; como le dio taquicardia le agregó atenolol *y un antibiótico, ****Amoxicilina*** de 1 gr. cada 12 horas por 10 días. Le salieron hongos y herpes y le indicaron Fluconol con Zovirax*

Para colmo, mi *tío Poroto* se puso a leer los prospectos de todos los medicamentos que tomaba y así se entero *de las contraindicaciones,*

* las advertencias,*
* las precauciones,*
* las reacciones adversas,*
* los efectos colaterales*
* y las interacciones médicas.*

 Lo que leía eran cosas terribles. No sólo se podía morir, sino que además podía tener *arritmias ventriculares,* * sangrado anormal, *
*náuseas, **hipertensión, ** insuficiencia renal, **parálisis, *
*cólicos abdominales, **alteraciones del estado mental y otro montón de cosas espantosas.*

Asustadísimo, llamó al médico, quien al verlo le dijo que no tenía que hacer caso de esas cosas porque los laboratorios las ponían por poner algo.

-Tranquilo, *Don Poroto*, -no se excite- le dijo el médico mientras le hacía una nueva receta con ****Rivotril*** con un antidepresivo Sertralina de 100 mg. Y como le dolían las articulaciones le dieron Diclofenaco.
*En ese tiempo, cada vez que mi tío cobraba la jubilación, iba a la farmacia donde ya lo habían nombrado cliente *VIP.*

Esto lo hacía poner muy mal, razón por la cual el médico le recetaba nuevos e ingeniosos medicamentos.

Llegó un momento en que al pobre de mi *tío Poroto* las horas del día no le alcanzaban para tomar todas las pastillas, por lo cual  no dormía, pese a las cápsulas para el insomnio que le habían recetado.

Tan mal se había puesto que un día, haciéndole caso a los prospectos de los remedios, se murió.

Al entierro fueron todos, pero el que más lloraba era el farmacéutico.

Aún hoy, mi *tia Porota* afirma que menos mal que lo mandó al medico a tiempo, porque si no, seguro que se hubiese muerto antes.-

 *Este e-mail está dedicado a todas mis amistades, ya sean médicos * o pacientes..!!!
Ah,  si no hubiera tomado nada y hubiese seguido con su régimen sanito con pollo sin piel, pavo, lentejas, caraotas, aceite de oliva, frutas, verduras de todos colores, poca sal y nada de azúcar (stevia o sucralosa, no aspartame, y con una copita de vino tinto cabernet sauvignon y caminando 6 mil pasos diarios estaría vivito y coleando. *

* *CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD ES *

* " P U R I T I C A  C O I N C I D E N C I A "*