2013/12/29

8201.- La compostela y los 200 kms.


¡¡LA COMPOSTELA CON 200KM.......

POR FIN: LA COMPOSTELA A 200 Kms. En decisión tomada ayer directamente por el arzobispo Don Julián Barrio, y que ha transcendido hoy a través de la Oficina del Peregrino, a partir del primero de enero de 2014 se otorgará la Compostela a todos aquellos que, cumpliendo las mismas condiciones que hasta ahora, hayan recorrido, al menos, 200 Kms a pie y cuatrocientos a caballo o en bicicleta. La intervención de Don Julián ha sido fundamental para evitar lo que ya era un clamor: la auténtica charlotada en que se había convertido el Camino. Asimismo, y poseído de los vientos que ha traído el papa Francisco, monseñor ha determinado que en los albergues dependientes de la catedral, directa o indirectamente, no se les cobre dinero alguno a los peregrinos del Apóstol, pasando a ser de donativo voluntario tomando ejemplo de la hospitalidad de mano tendida que ofrecen algunas asociaciones jacobeas y particulares, es decir, la hospitalidad cristiana del “hospem eram et collegiste me”, tradicional en el Camino de Santiago y entre los buenos cristianos. Así el Seminario Menor dejará de cobrar los 9-12 euros (según temporada) y el albergue privado de la fundación católica “Ad Santum Iacobum Peregrinatio”, llamado también albergue Jaime García Rodríguez que cobra 8 euros (y cierra en invierno porque no es negocio) Creo que son magníficas noticias para el Camino de Santiago y para el orbe católico en general. Se crea, en tanto, un periodo interino de dos meses para adaptación de las nuevas normas.
Veremos en que se convierte esta noticia...veremos que cambios ocurrirán...
Será esto una noticia de día de Inocentes?

8200.- De cojónes...

EL USO DE LA PALABRA COJONES

Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos, "cojones".
Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos, según el número utilizado. Así "uno" significa caro o costoso (valía un cojón), "dos" significa valentía (tiene dos cojones), "tres" significa desprecio (me importa tres cojones), un número muy grande y par significa dificultad (lograrlo me costo mil pares de cojones).
El verbo cambia el significado. Tener, valentía (aquella persona tiene cojones), aunque en admiración puede significar sorpresa (¡tiene cojones!), poner expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los cojones encima de la mesa). También se los utiliza para apostar (me corto los cojones), o para amenazar (te corto los cojones).
El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. Así el tiempo presente indica molestia o hastío (me toca los cojones), el reflexivo significa vagancia (se tocaba los cojones), pero el imperativo significa sorpresa (¡tócate los cojones!).
Los prefijos y sufijos modulan su significado; "a" expresa miedo (acojonado), "des" significa cansancio (descojonado), "udo" indica perfección (cojonudo), pero "azo" se refiere a la indolencia o abulia.
Las preposiciones matizan la expresión. "De" significa éxito (me salió de cojones) o cantidad (hacia un frío de cojones), "por" expresa voluntariedad (lo haré por cojones), "hasta" expresa el límite del aguante (estoy hasta los cojones), pero "con" indica el valor (era un hombre con cojones) y "sin" la cobardía (era un hombre sin cojones).
Es distinto el color, la forma, la simple tersura o el tamaño. El color violeta expresa el frío (se me quedaron los cojones morados), la forma, el cansancio (tenía los cojones cuadrados), pero el desgaste implica experiencia (tenia los cojones pelados de tanto repetirlo). Es importante el tamaño y la posición (tiene dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo (tiene los cojones como los del caballo de Espartero) que no puede superarse, porque entonces indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos, e incluso necesita una carretilla para llevarlos).
La interjección ¡cojones! significa sorpresa, y cuando uno se halla perplejo los solicita (¡manda cojones!).
En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).
En resumen, será difícil encontrar una palabra, en castellano o en otros idiomas con mayor número de acepciones.

Gracias a Ernesto por este singular aporte que, claro está, nos deja acojonados...

pero no faltará ahora un socialista "puro" que nos venga con el sexo de la palabreja y nos endilgue una retahíla de frases maldispuestas en las que nos pretenda vender la idea de que cojones tiene que ser bisexual puesto que ellas también se acojonan aunque no las adorne en especie el producto... claro que sería muy difícil entonces que las coloquen sobre la mesa... algo así como peinar el rabo a los renos del risueño santo de navidad... Y.. .¿a quien hay que colocar sobre la mesa? ¿a las ninfulas que cargadas estén de estas protuberancias o a las protuberancias, per se?