2015/02/17

236171.- Todo está inventado...

AYER COMO HOY TODO ESTA INVENTADO... (Gracias a Juana Norma)
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Cuentan que en los tiempos de los últimos Reyes de Francia, antes de la  Revolución Francesa, y durante el "Despotismo" donde el Rey era "El Estado", un súbdito que era el Recaudador de Impuestos, se acercó a su Rey con la nueva propuesta para aumentar la recaudación de impuestos.
En esta propuesta el Recaudador proponía cobrar más impuestos ahora a los RICOS del Reino.
                       
Entonces el rey, muy complaciente y viendo la ingenuidad de su subordinado le dijo:
"NO, mi querido súbdito. A los RICOS ya no........
Son mis amigos casi todos, y si los hacemos enojar ya no me van a invitar a sus fiesta, francachelas, guateques, bautizos, bodorrios, etc.
Todos ellos y nosotros somos "gente guapa", y no les podemos hacer eso.
Además ¿Cuántos RICOS hay en el Reino? ¿Cuánto más podríamos recaudar? No, no , no.
Eso ni pensarlo. Además no te das cuenta de que tienen dinero y poder y se nos pueden marchar a otro Reino llevándoselo todo?
Pero te lo agradezco y perdono, no tienes el conocimiento que yo tengo". 
Se fue el Recaudador, todo agitado a hacer una nueva propuesta.
Y cuando se la presentó al Rey éste dijo:
"¿A LOS POBRES? NOOOO mi querido súbdito, tampoco.
A esos de dónde les podemos sacar impuestos?.
Apenas tienen para comer.
Además muchos de ellos son POBRES por flojos, por ignorantes,
por viciosos, etc y nunca saldrás de su pobreza..
No con ellos no te metas. Déjalos como están.
Así viven contentos o tranquilos, sin ambiciones.
Ni hay que alborotarlos.
Además..., son los que votan."
                 
Entonces el subordinado ya todo desorientado le preguntó al Rey:
"Entonces, su majestad, oriénteme
¿Qué me sugiere usted para poder recaudar más impuestos para la Corona?" 
Y el Rey le dijo:
"Cóbrales más a los de la CLASE MEDIA,
a los que son burgueses, a los profesionales, a los comerciantes, a los académicos, a los científicos,
a los músicos, a la mediana burocracia, etc., etc.,etc., A ESOS SÍ" 
Y el Recaudador contestó:
"Pero su majestad, a ellos ya les estamos cobrando impuestos.
A ellos son a los que siempre les aumentamos los impuestos.
Se nos van a enojar". 
Y el Rey le contestó:
"Es posible, pero la CLASE MEDIA tiene algo que las otras clases no tienen, o que muy pocos en ellas tienen.
Tienen sueños y ambiciones.
Y su mayor sueño es ser RICOS algún día.
Y por lo mismo estudian y estudian y estudian; trabajan, y trabajan, y trabajan.
                      
Y sí, se van a molestar por tener que pagar más impuestos, pero su sueño va a estar por sobre su enojo,
y por lo mismo van a seguir estudiando y estudiando y estudiando;
trabajando y trabajando y trabajando con la ilusión de llegar a ser RICOS un día.
Pero tampoco nos conviene que lleguen a ser RICOS porque luego ¿Quién pagaría impuestos?
Por esas razones a ellos es a los que hay que cobrarles más impuestos.
Recuerda, los POBRES votan, la CLASE MEDIA paga impuestos y los RICOS son los dueños de todo lo que tenemos, nos celebran y nos invitan a sus fiestas".
 El recaudador se quedó impresionado de la sabiduría y agudeza mental de su majestad,
y se fue a cobrar más impuestos a los de la CLASE MEDIA.

236170.-Relaciones Exteriores!!!

España califica de intolerable petición de Venezuela a empresas españolas

En una entrevista en la televisión regional Telemadrid, Soria afirmó que no se puede poner encima de la mesa "intereses que nada tienen que ver con los intereses legítimos de las empresas que operan en Venezuela".

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Telefónica fue una de las empresas españolas en Venezuela que acudieron a la reunión (Cortesía)
EL UNIVERSAL martes 17 de febrero de 2015  12:41 PM
Madrid.- El ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dijo que es "absolutamente intolerable" que Venezuela pida a las empresas españolas que intercedan para que cese lo que el Gobierno de Nicolás Maduro considera una campaña de algunos medios españoles contra su país.

En una entrevista en la televisión regional Telemadrid, Soria afirmó que no se puede poner encima de la mesa "intereses que nada tienen que ver con los intereses legítimos de las empresas que operan en Venezuela", informó Efe.

El ministro se refería a la reunión que altos funcionarios del Gobierno venezolano tuvieron la semana pasada con representantes de las principales empresas españolas afincadas en Venezuela, donde les transmitieron su malestar por la imagen que se ofrece del país latinoamericano en los medios españoles.

El titular de Industria afirmó también que el Ejecutivo de Nicolás Maduro "no está llevando a la sociedad venezolana por el camino de la prosperidad", a pesar de que el país cuenta con unos recursos naturales "extraordinarios".

Soria indicó que, a pesar de que entre España y Venezuela hay relaciones bilaterales y que los dos países tienen relaciones políticas, el gobierno español está preocupado por "la situación general" así como por "esas indicaciones que han hecho a las empresas españolas".

Según confirmaron fuentes próximas al encuentro, participaron por parte venezolana el vicepresidente, Jorge Arreaza, el viceministro de Exteriores para Europa, Calixto Ortega y el presidente de la Corporación de Comercio Exterior, Ramón Gordils.

Entre las empresas españolas en Venezuela fueron convocados representantes de Telefónica, Zara, Repsol, BBVA, Mapfre, Meliá, Iberia y Air Europa.

236168.- Del baúl de recuerdos, publicado hace ya tiempo (años)

Olegario me ayudó a darle aire al escrito anterior, "FUENTEOVEJUNA", y me indujo a pensar en la motivación de las personas para proceder de esta manera. Me recordó del fin común de ese grupo de aldeanos, me obligó a preguntarme una y mil veces ¿Cual es nuestro fin común?.

Ayer fui con mi esposa a la Plaza de las Heroínas Merideñas, asistí incitado por la invitación que "alguien" hiciera en las emisoras de la ciudad para que, la tarde del viernes 5 de diciembre, en ese lugar aledaño a las instalaciones centrales del Sistema Teleférico de Mérida, manifestáramos públicamente nuestro desagrado, molestia y repudio por la absurda decisión tomada por las autoridades del sector turismo del país en el orden de detener el funcionamiento publico del mencionado sistema.

En la Plaza no estaban ni el Gobernador saliente ni el entrante, no estaba el alcalde saliente, no estaban los legisladores merideños actuales, no estaban los dueños o testaferros de los Hoteles y restaurantes de la ciudad, no estaban los estudiantes, ni los profesores. No estaban los miembros de la curia, no estaban los bomberos ni los grupos de rescate, no estaban los grupos ecologistas. Solo vi al alcalde recien electo y unos cuantos de su sequito, a uno de los candidatos que no quedó, a dos locutores de quienes me honro con su amistad. Vi personas de a pie, unas cuantas...

Y cuando presentaron a unos supuestos "Indios de Mérida" mi orgullo andigena casi me llevó hasta el infarto.

Dos cabinas del sistema bien hubiesen bastado para albergarnos a todos.

¿A quien le duele lo que nos pasa?

Y por eso, Olegario, me pregunto ¿Cual es nuestro fin común?

Alguien en la plaza comentaba que la gente habia pensado que era un acto político y que, por eso, no asistía.

Entonces, si aceptamos esta frase como realidad palpable, podríamos pensar que en el futuro inmediato caeremos en la debacle total del caos y la barbarie a que nos están induciendo, derivándose esta conclusión de los siguientes considerandos:

1º.- Hemos dejado, hasta ahora, que un grupo minoritario se imponga, sin hacerle la menor oposición real.

2º.- Hemos dejado que el centralismo se entrometa en nuestra vida cotidiana y hemos considerado preferible buscar la forma de disfrutarlo antes que buscar la forma de detenerlo.

236169.- Editorial de El Espectador Bogota..



EDITORIAL 16 FEB 2015 - 7:59 PM

Responsabilizar al mensajero

La fórmula, a pesar de lo manida, sigue utilizándose con demasiada frecuencia: echarles la culpa de los errores propios a quienes se encargan de hacerlos visibles ante los demás.
Por: El Espectador

Un presidente, por ejemplo Nicolás Maduro, en medio de los muy graves problemas que afronta su país, que sufre de manera indiscriminada toda la población, acusa a los medios de aquí de ser la punta de lanza de una campaña “de manipulación, mentiras y odio que hay en Colombia contra Venezuela”. Vea pues.

Una caricatura de Vladdo, así como ciertos comentarios de Óscar Alarcón en la revista Semana, fueron la excusa para que Maduro se despachara contra quienes le tienen terror, según sus palabras, a la experiencia del socialismo del siglo XXI. Puede que no le falte algo de razón. Dado el creciente número de muertes ocasionadas por la inseguridad que se vive en su país, el viacrucis que tienen que padecer diariamente quienes buscan alimentos y medicamentos, una inflación del 68,5% que ostenta el dudoso honor de ser la más alta del mundo, la devaluación acelerada que ha llevado a que haya tres tipos de cambio oficial, unos niveles de corrupción e ineficiencia que han permitido el desangre de las finanzas públicas, así como el creciente autoritarismo del régimen y el encarcelamiento de contradictores políticos, es imposible que caricaturistas, columnistas, editorialistas o comentaristas alaben el modelo ideado por Hugo Chávez.

Un par de semanas atrás Nicolás Maduro la emprendió contra el diario español ABC por graves señalamientos que sobre narcotráfico hacen las autoridades de Estados Unidos a altos funcionarios y militares venezolanos, incluido el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. La estrategia fue la misma: ante la falta de argumentos para justificar o explicar los señalamientos, hay que descalificar al mensajero externo. Ni qué decir con lo que sucede dentro del propio país. Cada día son menos los medios independientes que pueden hacerlo, ante las medidas que terminan asfixiándolos, como en el caso de la dificultad de importar papel para los medios impresos. Muchos de ellos son vendidos a personas cercanas al régimen y de inmediato cambian radicalmente su línea editorial. Sin ir muy lejos Tal Cual, el periódico crítico que dirige Teodoro Petkoff, se convertirá en semanario, sin saber aún si podrá sobrevivir a mediano plazo.

En su última arremetida, Maduro le pidió al presidente Juan Manuel Santos que tomara cartas en el asunto. “Yo no permitiría que desde aquí se haga una campaña contra ningún presidente como la que se hace desde Colombia contra mí”. Es probable que el ocupante del Palacio de Miraflores no sepa que aquí, con todos los problemas que viven periodistas y medios por informar dentro del conflicto armado, el narcotráfico y las bandas criminales, actuamos con independencia crítica. No está de más recordar que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, también se ha distinguido por su radical actitud contra los medios de comunicación.

La semana anterior Nicolás Maduro denunció la desarticulación de un nuevo golpe de Estado. Uno más. Varios oficiales de la Fuerza Aérea se encuentran detenidos. El hecho, de por sí, es muy grave y debe ser objeto de investigación. En caso de ser cierto, amerita un total rechazo por atentar contra la democracia y el Estado de derecho, así el mismo no se respete en su integridad por parte del régimen actual. Lo grave del asunto es que han sido tantos los falsos señalamientos de intentonas golpistas en años recientes que se hace difícil, como en el cuento del pastorcito mentiroso, saber cuándo lo que se dice es verdad o cuándo es ficción.