2015/08/02

263323.- El Portero...


No había en el pueblo peor trabajo que ser portero del prostíbulo. 
¿Pero qué otra cosa podría hacer aquel hombre?
El hecho es que nunca había aprendido como leer ni escribir, no tenía ninguna otra actividad u ocupación.
Un día, entró como gerente del burdel un joven lleno de ideas, creativo y emprendedor, que decidió modernizar el lugar.
Hizo cambios y llamó a los empleados para dar las nuevas instrucciones.
Al portero le dijo:
-A partir de hoy, usted, además de estar en la entrada, va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y sus comentarios y quejas sobre los servicios.
–Yo adoraría hacer eso, señor, balbuceó. - Pero no sé leer ni escribir.
- ¡Ah! ¡Cuanto lo siento! Pero si es así, ya no puede seguir trabajando aquí.
- Pero sr, no puede despedirme, he trabajado en esto mi vida entera, no sé hacer otra cosa.
- Mire, lo entiendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le daremos una buena indemnización y espero que encuentre algo que hacer. Lo siento y que tenga suerte.
Dicho esto, se dio la vuelta y se fue. El portero se sentía como si el mundo se le derrumbara. ¿Qué hacer?
Recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía alguna silla o una mesa, él las arreglaba, con esmero y cariño.
Pensó que esto podría ser una buena ocupación para conseguir un trabajo.
Pero sólo contaba con algunos clavos oxidados y una pinza mal cuidada.
Usaría el dinero de la indemnización para comprar una caja completa de herramientas.
En el pueblo no había casa de herramientas, debería viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano para comprar. Y así lo hizo.
A su regreso, un vecino llamó a su puerta:
- Vengo a preguntar si tiene un martillo para prestarme.
- Sí, acabo de comprarlo, pero lo necesito para trabajar, ya que...
- Bueno, pero yo se lo devolveré mañana muy temprano.
- Si es así, está bien.
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino llamó a la puerta y dijo:
- Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
- No, lo necesito para trabajar y además, la ferretería más cercana está a un viaje de dos días, en mula.
- Vamos a hacer un trato - dijo el vecino.
Le pagaré los días de ida y vuelta, más el precio del martillo, ya que está sin trabajo en este momento. ¿Qué piensa?
Realmente, esto le daría trabajo por dos días más. Acepto.
Volvió a montar su mula y viajó.
A su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su hogar.
- Hola, vecino. Usted vendió un martillo a nuestro amigo.
Necesito algunas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus días de viaje y una pequeña ganancia mas para que me las compre, porque yo no tengo tiempo para viajar para hacer las compras.
¿Qué piensa?
El ex portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Pagó y se fue. Y nuestro amigo guardó las palabras que escuchaba: " No tengo tiempo para viajar a hacer las compras”.
Si esto es así, muchos requerirán de él para viajar y traer herramientas.
En el próximo viaje, arriesgó un poco más de dinero, trayendo más herramientas de las que había vendido.
De hecho, podría economizar un poco de tiempo en los viajes.
La noticia comenzó a esparcirse por el pueblo y muchos, queriendo economizar el viaje, hacían encomiendas.
Ahora, como vendedor de herramientas, una vez por semana viajaba y traía lo que necesitaban sus clientes
Con el tiempo, alquiló un galpón para almacenar las herramientas y unos meses más tarde, se compró una vitrina y un escaparate y transformó el galpón en la primera ferretería en el pueblo. Todos estaban contentos y compraban allí.
Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban los pedidos. Él era un buen revendedor. Con el tiempo, la gente de los pueblos cercanos preferían comprar en la ferretería, que tener que gastar días en viajes.
Un día se acordó de un amigo suyo que era tornero y herrero y pensó que él podría fabricar las cabezas de los martillos.
Y entonces, por qué no, los destornilladores, los pinzas, los cortadores, etc. ...
Y después estaban los clavos y los tornillos...
En pocos años, se convirtió, con su trabajo, en un fabricante de herramientas rico y próspero.
Un día decidió donar una escuela al pueblo.
En ella, además de la lectura y la escritura, los niños aprendían algún oficio.
En el día de la inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo:
- Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que nos conceda el honor de poner su firma en la primera página del libro de actas de esta nueva escuela.
- El honor sería mío, dijo el hombre. Sería una cosa que me daría mucho gusto, firmar ese libro, pero no sé leer ni escribir, soy analfabeta.
- ¿Usted? Dijo incrédulo el alcalde. ¿Construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? ¡Esto es increíble! Y le preguntó:
- ¿Qué hubiera sido de usted si supiese leer y escribir?
- Eso lo puedo contestar, el hombre dijo con calma: - Si yo supiese leer y escribir... seguiría siendo el PORTERO DEL PROSTÍBULO.
Esta historia es verdadera, y se refiere a un gran industrial llamado ... Valentín Tramontina , fundador de Industrias Tramontina, que hoy cuenta con 10 fábricas, 5.500 empleados, produce 24 millones de unidades varias al mes y exporta bajo su propia marca a más de 120 países - es la única empresa brasileña en esta condición. La ciudad que se menciona es Carlos Barbosa, y está en el interior de Rio Grande do Sul.
Por lo general, las oportunidades son vistas como adversidades.
Las adversidades pueden ser bendiciones.
Las crisis están llenas de oportunidades.
Si alguien le bloquea la puerta, no gaste energía en la confrontación, busque las ventanas.
Recuerde la sabiduría del agua: " El agua nunca discute con sus obstáculos, sino que los rodea”.
Que su vida esté llena de victorias, no importa si son grandes o pequeñas, lo importante es celebrar cada una de ellas.
(Recuerdos de viejos días, en trabajos imposibles que foguearon a tantos muchachos... )

263322.- Empresas Polar... Un magnifico ejemplo de productividad.

¡Polar, un ejemplo a seguir!

GUILLERMO GARCÍA N. | EL UNIVERSAL
domingo 2 de agosto de 2015 12:00 AM
Desde el Ejecutivo Nacional se ha venido atacando y cuestionando fuertemente en los últimos años la posición y rol alcanzado por el Grupo de Empresas Polar dentro de la economía venezolana, y su peso e importancia en el sector de alimentos. El gobierno considera que no es un ejemplo a seguir dentro de la ideología socialista, y de empresas de producción social.

No obstante, hablar del Grupo de Empresas Polar, es hablar de Venezuela. De lo bueno y exitoso que los venezolanos somos, orgullo nacional y referencia internacional de empresas de tradición, excelencia, dedicación al trabajo productivo y de éxito empresarial. Empresas con mística y con una cultura empresarial desde 1941, cuando nace la empresa, y que hoy trasciende nuestras fronteras y sus productos son reconocidos, exportados y consumidos por millones de personas. Empresas Polar ha asumido un genuino compromiso con la sociedad, generando empleo y bienestar integral para sus trabajadores, sus familias y la comunidad. Este compromiso forma parte vital de su filosofía empresarial, y se manifiesta a través de relaciones de mutuo beneficio con clientes, consumidores, proveedores, accionistas y, en general, con el país y su gente.

Durante 74 años Empresas Polar, ha sido una fuente estable de empleo en el país. Hoy Empresas Polar representa 1.5% de la fuerza laboral nacional, lo que se traduce en más de 30 mil empleos directos y más de 240 mil empleos indirectos.

Empresas Polar se ha convertido en el conglomerado industrial de alimentos y bebidas más importante del país, a fuerza de trabajo, ingenio, inversión en el país, contando con la mejor gente y con gran visión de negocios. Su portafolio de productos y de empresas, líderes de mercado en la mayoría de los casos, son el resultado no solo de fabricar productos con la mejor calidad, pensando en el consumidor y sus gustos, sino también estableciendo la red de distribución adecuada para que todos sus productos lleguen al consumidor hasta en los sitios más apartados del país. Una red de distribución con más de 45.000 puntos de venta, casi 1.000 unidades de distribución, 75 depósitos y 27 compañías distribuidoras manejadas bajo el esquema de microempresarios, conformada por 1.700 franquiciados, 350 rutas y 85 agencias en todo el país, que ha hecho que muchos empleados sean hoy dueños de sus propios negocios de distribución.

Dentro de la gama de productos que hoy Empresas Polar fabrica están, entre otros: harina PAN, Mazeite, pastas Primor, avena Quaker, avena Don Pancho, margarinas Mavesa, Chiffon, mayonesa Mavesa, La Torre del Oro y salsa de tomate Pampero, Toddy, Fresca Chicha, té Lipton, helados EFE, cervezas y maltas, Pepsi y 7UP, agua mineral Minalba y vinos. El negocio de vinos y derivados de la uva está integrado a las operaciones de Cervecería Polar, C.A. Sus viñedos ubicados en Altagracia, estado Lara, se extienden en 120 hectáreas donde se cultivan las mejores vides europeas adaptadas al trópico venezolano. La producción de estos viñedos es comercializada por Bodegas Pomar, que combina la tecnología y la tradición en la elaboración de vinos de altísima calidad, siendo ésta la mayor productora de vinos en Venezuela, con capacidad de procesamiento de 260 mil cajas anuales. Un ejemplo de lo que se puede hacer en el país cuando se quiere.

Responsabilidad Social. Pocas empresas en el país han contribuido tanto al compromiso social con su entorno que Empresas Polar. Fundación Empresas Polar como vehículo, trabaja como aliado comprometido con la comunidad, promoviendo iniciativas sustentables e innovadoras enfocadas en las áreas de educación, desarrollo comunitario, salud y deporte, llevadas adelante por un equipo humano unido para potenciar el compromiso social de Empresas Polar. La misión de la Fundación Polar es la expresión institucional del compromiso de Empresas Polar con Venezuela. La fundación, creada para apoyar y fomentar iniciativas innovadoras y sustentables que fortalezcan el tejido social de Venezuela y contribuyan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Con una visión de valores, solidaridad humana, oportunidad y continuidad en el tiempo. Una fundación privada cuyo proyecto futuro se oriente a generar conocimientos y experiencia útiles para la sociedad, que contribuyan a construir un nuevo marco socio-institucional necesario para que Venezuela pueda insertarse exitosamente en este siglo XXI. Esto es lo que significa Empresas Polar para Venezuela: Ejemplo de trabajo productivo, de organización, de visión y de compromiso social con el país y su gente.

Polar es un ejemplo empresarial a seguir y así lo reconocemos todos los venezolanos.

Asesor Financiero
Candidato AMDP Harvard University

@asesorfinaciero