2016/03/28

263643.- !!!Con todo respeto y admiración!!!

Carolina Jaimes Branger: Ser distinto

Mensajepor redaccion_3 » 28 Mar 2016, 05:05
Opinión
ND

Si por algo quisiera que me recordaran mis alumnos no es por haberles enseñado matemáticas o cálculo. Es por haberles insistido en cuán importante es ser compasivo en esta vida. En lo necesario que es ponerse en los zapatos del otro. Muchas veces los regañé porque se tildaban de “mongólicos” cuando cometían algún error. “Imagínate que te esté escuchando la mamá de un niño que tenga esa condición”, les decía. Y todos guardaban silencio. Muy pocos lo repetían y si lo hacían era más por costumbre; nunca por maldad.

Quienes no tienen en su núcleo familiar cercano a una “persona con habilidades especiales” no saben de las proezas que estas personas logran todos los días. Lo que para alguien resulta “normal”, para ellas resulta un esfuerzo titánico. Cosas tan “simples” como hablar, caminar, pensar, comer, vestirse… se convierten en verdaderas hazañas.

Hace una semana se celebró el Día Mundial del Síndrome de Down. Las Naciones Unidas en 2011 instauraron este día para "aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades". Básicamente se trata de “generarles autonomía, independencia individual, libertad para tomar las decisiones propias y crearles ambientes inclusivos” a personas que poseen esta condición. Es un desiderátum no sólo para quienes tienen Down, sino para los millones de personas con habilidades especiales.

Soy mamá de una de esas personas. La llamo “niña” porque aunque la semana que viene cumplirá treinta años, será siempre una niña. Más que una niña es un ángel. Porque alguien que cree que todo el mundo es bueno, que no siente envidia, que no tiene ni pizca de malicia está por encima del común de los seres humanos.

Hay una leyenda que dice que Dios escoge a los padres de quienes vienen al mundo y son distintos. Quiero pensar que es cierta. Quiero sentir que fui escogida porque soy la mejor mamá que Tuti podía tener. Por supuesto, el aprendizaje no fue fácil. Recorrí varios caminos, que fueron desde la negación “esto no me está pasando”, la rabia “¿por qué me pasa esto a mí?”, la resignación “ya que me pasó, tengo que salir adelante” y la aceptación gozosa “¡qué bueno que me pasó a mí, que la tengo a ella, porque juntas saldremos adelante”.

Todos tenemos cerca a alguien con habilidades especiales. Tal vez no es una hija, como es mi caso, pero puede ser un sobrino, una prima, la hija de los vecinos o el niño de un compañero de la universidad. Y esas personas necesitan apoyo para ser independientes. La Ley del Trabajo, que exige incluir a discapacitados en el mercado laboral, ha logrado algo genial: que las personas que temían en un principio que tendrían doble trabajo cuando incluían a una persona especial en su equipo de trabajo, hoy se sienten bendecidas por tenerlas. Yo estoy convencida de que los compañeros de mi hija –que gracias a la Profesora Luisa Teresa Lanz de León se pudo graduar en un colegio “normal”- son hoy en día mejores adultos por haberla tenido a ella de compañera, pues vieron cómo enfrentaba las dificultades, y las superaba, todos los días.

Tener a mi hija distinta me ha hecho mejor ser humano. He “echado pa' lante” en las situaciones más difíciles. Y tengo una fuerza anímica enorme. Feliz cumpleaños, mi Tuti amada. Gracias por haber llegado a mi vida, haberme enseñado tantas cosas y haberme dado tanta felicidad. Soy una privilegiada por tenerte. Has sido una maestra excepcional. ¡Qué honor ser tu mamá!

236642.- Aislamiento Internacional


Roberto Enríquez: El dramático aislamiento internacional de Maduro

Mensajepor redaccion_mf » 28 Mar 2016, 10:14
Opinión ND

Rómulo Betancourt y Rafael Caldera, cada uno a su tiempo y con su propio estilo, definieron sendas doctrinas en cuanto a la política exterior aplicada por Venezuela durante sus respectivos gobiernos. Ciertamente estamos hablando de estadistas. A Betancourt le tocó enfrentar las embestidas al unísono de los sectores más reaccionarios de la derecha y los más violentos de la izquierda; los primeros compungidos por la nostalgia del poder perdido y los segundos afiebrados por la agitación e inestabilidad que impulsó la “Revolución Cubana” sintiéndose predestinados a “tomar el cielo por asalto”.

Ante este cuadro tan complejo y amenazante para la naciente democracia venezolana el presidente adeco enarboló la bandera de su “Doctrina Betancourt”, promoviendo el aislamiento de todos los gobiernos de origen autocrático: comunista o militarista, para generar un amplio ambiente de solidaridad democrática en el continente. Allí queda el histórico capítulo de la ruptura de relaciones diplomáticas y consulares con el gobierno cubano el 11 de noviembre de 1961. Cabe recordar que el gobierno fidelista de Cuba tenía por detrás el poderoso apoyo de la Unión Soviética; por ello es bueno destacar, que sin alaridos ni berrinches, Betancourt tuvo los pantalones bien puestos a la hora de defender la democracia venezolana y continental.

Por su parte; el presidente copeyano Rafael Caldera, comprendiendo el agotamiento de la “Doctrina Betancourt”, facturó un viraje diplomático estratégico al blandir la “Doctrina Caldera”, dándole aliento a una política de “solidaridad pluralista” continental, distención de las relaciones con los países que tenían gobiernos de facto, incluyendo a Cuba, la incorporación de Venezuela al Pacto Andino, la firma del protocolo de Puerto España para buscar mejores condiciones de negociación al diferendo limítrofe con Guyana. En fin; mientras la “Doctrina Betancourt” habría fuego diplomático a todo gobierno que no fuese democrático para evitar que la epidemia tiránica se propalara en el continente; “La Doctrina Caldera” se apuntaló en el principio democristiano de “la justicia social internacional” soportándose en los pilares del “pluralismo ideológico” y “la solidaridad pluralista” para atraer a la órbita democrática a naciones con gobiernos de naturaleza autoritaria o comunista; esta estrategia recogió buena cosecha en Centroamérica y Chile.

Lo importante en grado superlativo, de todo esto; es que tanto Betancourt como Caldera, con sus respectivas doctrinas defendieron los valores democráticos en el continente, en el mundo y el derecho irrenunciable de los venezolanos a vivir en democracia; por una parte, y por la otra, tuvieron el talento de insertar a Venezuela en el ecosistema internacional sumando aliados, amigos y socios. Me atrevería a decir que tanto Betancourt como Caldera, a pesar de instrumentar doctrinas diferentes, ambas se ejecutaron bajo el paraguas de una política exterior común y muy propia del estado venezolano durante los cuarenta años que van de 1958 hasta 1998: promoción, defensa y consolidación de la democracia política, social y económica en la región y en el planeta entero.

Esta breve retrospección tiene mucho sentido cuando vemos el drama aislacionista en el que se encuentra el gobierno de Maduro. Ni haciendo el más creativo ejercicio de imaginación podemos afirmar que el presidente Maduro tiene una doctrina internacional, a pesar de haber sido canciller de la República antes de asumir la primera magistratura nacional. Hoy los venezolanos no tenemos la menor idea de hacia dónde va Maduro, más allá de sus chascadas sobre la confabulación financiera internacional en contra de Venezuela. Los estados de excepción en la frontera colombo-venezolana, las provocaciones del gobierno guyanés para debilitar nuestra legitima reclamación sobre nuestro esequivo. La evidencia de que Venezuela está “fuera de juego” ante la nueva alianza entre Obama y los Castro, es decir entre Cuba y los EEUU, tras bastidores, sumémosle a ese pacto la aquiescencia de la Unión Europea, los estratégicos movimientos internacionales del Papa Francisco, la zozobra del gobierno brasileño que parece llevarse por delante no sólo a Rousseff sino también a Lula, la moderación uruguaya, el ostracismo chino y las penurias rusas, además de la solidaridad inoficiosa de las voces cada día más irrelevantes de Correa, Evo y Ortega, dejan a Venezuela metida en una orfandad internacional patética.

En ese contexto tan adverso, Maduro y su gobierno no ven hacia adentro, es decir; hacia Venezuela, no buscan unificar al país para superar las abultadas dificultades. El gobierno de Maduro actúa con la torpeza de un elefante en una cristalería, todo lo rompe, a todos nos agrede, todo lo divide. La debilidad internacional del gobierno de Maduro solo la puede rebatir un atolondrado fanático, y su fortaleza interna es una ficción. Parece que nadie se lo dice o a él no le la da la gana escucharlo. Ante tanta estupidez importantizada, sigo insistiendo en la necesidad de un nuevo pacto de punto fijo para Venezuela, no una repetición, las realidades son distintas, pero la inspiración unitaria debe ser la misma. Venezuela necesita un nuevo pacto si queremos salir bien librados de esta. ¡Adelante!

263641.- Nacionalidades???

General Carlos Peñaloza: La carga de la prueba

Mensajepor redaccion_3 » 27 Mar 2016, 06:19
Opinión ND

El tema de la nacionalidad de Maduro ha renacido, aunque el susodicho insiste en ser venezolano y tener una sola nacionalidad. Por definición legal, la carga de la prueba recae sobre quien alega la parte afirmativa de una proposición. En materia de nacionalidad, el “onus probandi”, corresponde al acusado de no ser nativo.

La forma de probar o negar esa declaración es a través de un análisis de expertos a los documentos filiatorios y una investigación de trazabilidad, cotejada con testigos. Una gran mayoría de venezolanos intuye que Maduro dio falso testimonio sobre su nacionalidad ante el CNE y que este poder del Estado lo encubre. De ser cierta la sospecha, el árbitro electoral habría actuado en colusión con los forjadores de una falsa partida de nacimiento (PdN) y participado en un fraude contra la soberanía popular.

Durante la campaña electoral de 2013, advertí en los medios de comunicación social sobre la posibilidad de que Maduro no fuera venezolano. Ante mi alerta, algunos capitostes de la MUD declararon que su PdN era irrelevante. Luego de las elecciones tuve oportunidad de preguntar a Capriles porque no exigió la identificación del aludido. Me respondió que ese tema no tenía importancia, que no había pruebas y que no quería quedar en ridículo cuando Maduro la presentara. Esa blandengue declaración, achacando erradamente la carga de la prueba a la oposición la analicé poco después en un artículo titulado Tres preguntas a Capriles.

Posteriormente el tema pasó a un segundo plano y se fue olvidando, lo cual era el propósito del régimen. Hace pocas semanas el Dr. Enrique Aristeguieta Gramcko presentó ante la Asamblea Nacional un documento firmado por miles de venezolanos solicitando que se investigara la nacionalidad de Maduro. La petición fue recibida por el Dr. Ramos Allup, quien la pasó a la comisión de Política Interior para su estudio. Una subcomisión encabezada por la diputada Dennis Fernández estudia el caso. A partir de la entrega de ese documento la presión sobre Maduro ha ido en aumento.

El 14 de marzo de 2016, el presidente concedió una entrevista en Telesur a su camarada Ernesto Villegas para explicar su caso. Ese intento fue un tiro por la culata alegando falazmente que su PdN estaba disponible para cualquier persona que quiera investigarla. En esa entrevista no dijo dónde, cuándo y cómo, no prometió entregarla para su verificación, ni tocó el tema de la nacionalidad de su madre. Ante la actitud evasiva, Villegas ripostó: "¿Si eso es así, por qué usted le ha dado largas a este asunto y no termina de mostrarla?”

Sorprendido Maduro balbuceó: “La PdN es un documento público que está al acceso por todas las vías públicas. En su oportunidad cuando se dio un debate de este tipo, el CNE lo saldó mostrándola. En todo caso me parece que ante tantos temas de interés nacional, darle otra vez recicle al odio, a la mentira, a los falsos positivos, es hacerle perder el tiempo a los que trabajamos. Yo creo que no hay que perder el tiempo”.

En esa entrevista Maduro evidenció ser indocumentado, al no poder mostrar los documentos legales de filiación personal para acreditar su identidad y nacionalidad. Su respuesta nerviosa y entrecortada fue engañosa y dejo ver su juego. El régimen maneja su PdN como si fuera un documento con clasificación de secreto de Estado, no accesible en ninguna oficina del Estado. Tibisay Lucena en entrevista previa con Vladimir Villegas, hermano de Ernesto, mostró fugazmente y desde lejos en TV un documento que dijo ser esa partida. Este artero intento de ocultamiento ilegal fue una burla a los venezolanos que dio pie a mas suspicacias.

Para concluir su entrevista, Ernesto Villegas hizo una última pregunta que comprometió a Maduro, quien babiecamente terminó de hundirse en su propio tremedal:

-Villegas: “¿Usted es venezolano, colombiano, o las dos cosas a la vez?”
-Maduro: “Caraqueño, venezolano, bolivariano, latinoamericano y caribeño. Mi madre es de la frontera y como la amo no voy a hablar de ella”.

O sea, el es de todas partes y de ninguna.

El mensaje del presidente indocumentado fue claro: "busquen mi PdN ustedes, yo no la voy a mostrar". Como ama a su mamá, no reconoce que es colombiana. Maduro la amaba tanto, que mintió en su acta de defunción, declarándola de Rubio y no de Cúcuta. Ese “error” fue fríamente calculado. De reconocerla como colombiana, aceptaría tener doble nacionalidad y no podría ser presidente.

Entretanto el tiempo apremia y Maduro quiere alargar su presidencia para en el peor de los casos su VP se encargue hasta el final de su periodo. A todas estas, ¿habrá exigido la AN al CNE copia certificada de la PdN de Maduro? ¿Habrá exigido inspección ocular in situ, por técnicos documentarios, del original en manos del árbitro electoral?

Nos estamos jugando a Rosalinda. La carga de la prueba recae sobre los hombros del papanatas que Fidel nos puso de banderilla en Miraflores. Si no presenta su PdN para ser debidamente verificada, estaría reconociendo públicamente no ser venezolano por nacimiento. Si no hacemos nada pronto, demostraremos ser cómplices y bobalicones.